Los protocolos personalizados, también en preservación de la fertilidad, son necesarios para maximizar los resultados.
Hoy en día, es clave cuidar la salud reproductiva, ya que existen factores biológicos externos que pueden condicionar la capacidad reproductiva, pero al mismo tiempo se puede revertir con los años. La Dra. Véronique Moens, ginecóloga especialista en fertilidad y reproducción asistida de la clínica Fertilab Barcelona, explica que el primer factor a tener en cuenta cuando hablamos de cuidar la salud reproductiva es el impacto de la edad, sobre todo en las mujeres. En este sentido, el pico de fertilidad se encuentra entre los 20 y 30 años, es a partir de los 30 cuando empieza a disminuir y a los 40 años cae vertiginosamente.
La prevención y las revisiones periódicas son el mejor aliado para garantizar la salud reproductiva de un paciente. La Dra. Moens insiste en que “los hábitos de hoy tienen un impacto directo en la salud reproductiva del futuro”. La ginecóloga remarca que cuanto antes se sepan las dificultades, antes se puede actuar y programar un tratamiento para revertir la situación. Un estilo de vida sano, cuidar el peso, no fumar, tomar vitaminas y hacerse controles periódicos, alarga la capacidad reproductiva.
Para preservar la fertilidad femenina, es recomendable realizarse un estudio de la reserva ovárica a los 30, y entre los 30 y 35 vitrificar los óvulos.
Actualmente, el retraso de la maternidad se puede considerar como la principal causa del incremento de esterilidad en España. El caso de las mujeres es más delicado que el de los hombres, ya que a los 30 años la fertilidad femenina empieza a disminuir con el debilitamiento de los óvulos. Si una mujer llega a los 30 años y no se plantea la reproducción a corto plazo, se recomienda hacer un chequeo de la reserva ovárica, y entre los 30 y 35 preservar mediante la técnica de vitrificación de óvulos.
Los dos motivos más frecuentes para preservar la fertilidad son por inclinación social, no querer tener hijos en el pico de fertilidad, pero sí en el futuro con los óvulos propios, o por razones médicas, por ejemplo, la oncofertilidad. En palabras de la Dra. Moens: “Sin embargo, un hombre puede estar tranquilo si a los 30 años tiene una situación correcta, entonces no se recomienda congelar esperma, a no ser que tengas una enfermedad o tomes medicación”.
Cómo afrontar los tratamientos de reproducción asistida cuando la mujer decide que es el mejor momento para ser madre
Los procesos de reproducción asistida personalizados ponen el foco en conocer la situación de cada paciente y ajustar los tratamientos a sus necesidades. Para ello, la comunicación entre profesionales y pacientes es indispensable para que el equipo médico proponga un tratamiento efectivo y lo menos invasivo posible. En este contexto, toman especial relevancia la fase de asesoramiento inicial y el seguimiento durante todo el proceso. “La personalización contribuye a que el camino sea más fácil, más exitoso y menos duradero”, afirma la Dra. Moens.
Habitualmente, en función de la edad, peso y el perfil hormonal, se decide el protocolo personalizado para maximizar el éxito, reduciendo los riesgos. “Una paciente informada sigue el tratamiento con menos estrés y mejores resultados. Trabajar con protocolos fijos y procesos automáticos es más fácil para los médicos y las clínicas, pero no pensamos que ese deba ser el camino. En el caso de nuestra clínica, nos centramos en adaptar los tratamientos a la realidad de cada paciente”, concluye la Dra. Moens.
La Dra. Véronique Moens nos acompañará en el programa científico del Integral Women Health con la ponencia EDUCAR EN LA PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD Y REPRODUCCIÓN EN EL SIGLO XXI, que celebramos el 29 de marzo en Barcelona.
Para inscripciones regístrate en este enlace https://www.women360congress.com/integral-women-health/#ticket